La producción de vino en México tiene una historia que se remonta a la llegada de los españoles en el siglo 16. Si bien existían uvas autóctonas en la región, los españoles vieron que las uvas del viejo continente daban muy buenos resultados en la nueva tierra, por lo que comenzaron a importarlas de España.
En la actualidad, hay alrededor de 2.500 hectáreas plantadas con uvas en México. Las principales uvas rojas incluyen las cinco variedades de Bordeaux, como también Tempranillo y Syrah, mientras que las blancas incluyen la Sauvignon Blanc, Chardonnay, Chenin Blanc y Viognier.
Las uvas se cultivan en tres grandes áreas en México: en el norte en Sonora y Baja California; en la zona de La Laguna, en Durango y Coahuila; y en el centro en Querétaro, Aguascalientes y Zacatecas. La mayoría de estas áreas tienen un clima bastante cálido, lo cual produce vinos mexicanos con mucho cuerpo.
La zona de cultivo más antigua de México es la región de La Laguna, entre los estados de Coahuila y Durango, con una importante cantidad de viñedos en el Valle de Parras. El valle se encuentra a una altura de 1.500 metros y goza de un microclima que es ideal para el cultivo de uvas; los días son cálidos, las noches frescas y la humedad es baja, lo cual inhibe la infestación de insectos. Existen además manantiales provenientes de las montañas que efectivamente irrigan esta zona más bien árida de México. La diferencia de temperatura entre día y noche también es un factor que favorece el cultivo. El valle produce en gran parte uvas Bordeaux como el Merlot, Syrah, Tempranillo y Cabernet Sauvignon, como también algunas unas blancas. Más de 400 familias llegan al valle en agosto y septiembre para la vendimia, un evento importante en la región.
La bodega más importante aquí es Casa Madero, la más vieja en todo el nuevo mundo, fundada en 1597. Produce una amplia variedad de varietales; sus Syrah, Chardonnay y Chenin Blanc son los que se llevan todos los premios. Otra importante bodega es Bodegas Ferrino fundada en el siglo 19 por un inmigrante italiano.
La región de producción vinícola del centro esta comprendida por los estados de Aguascalientes, Zacatecas y Querétaro. La mayoría de los viñedos se encuentran a una altura de 2.000 metros y los vinos son en gran parte espumantes. Sin embargo, también se producen aquí el Pinot Noir, Caberbet Sauvignon y Sauvignon Blanc. La bodega mas conocida en esta zona pertenece a la compañía española Freixenet, conocido productor de vinos espumantes. La mayoría de los viñedos en Zacatecas se encuentran en las ciudades de Ojocaliente y Valle de la Macarena. Esta área tiene inviernos muy frescos y veranos relativamente frescos, los cuales combinados con una tierra muy húmeda producen uvas muy dulces.
La zona del norte produce el 90% de los vinos mexicanos, casi todos provenientes de las tres áreas que se encuentran cerca de la ciudad portuaria de Ensenada: San Antonio de las Minas, que incluye el Valle de Guadalupe, el Valle de San Vicente y el Valle de Santo Tomás. El área es conocida por su suelo de granito profundo, días cálidos y soleados, y frescas noches debido a la brisa del Pacifico. El área es ideal para uvas blancas y rojas, y es una de las regiones que se encuentra en condiciones de producir vinos de primera categoría. En Baja California, se producen Cabernet Sauvignon, Zinfandel y Grenache. Los vinos blancos son Sauvignon Blanc, Chenin Blanc y Riesling, entre otros.
Existen tres grandes productores en la zona: en el Valle de Calafia encontramos Vinos L.A. Cetto, y a Vinos Pedro Domecq y Bodegas de Santo Tomás en el Valle de Santo Tomás. Estos tres productores han ganado competencias internacionales de gran prestigio con sus vinos; ofrecen recorridos de sus bodegas y degustaciones. La mayoría de estos vinos se exportan a Europa, los Estados Unidos y Canadá.
En lo que se refiere a la innovación, gran parte de la misma tiene lugar en la zona de Ensenada, en las llamadas bodegas “boutique” como Casa de Piedra, quien produjo su primera cosecha en 1997. Ellos solamente producen un vino blanco, llamado Piedra del Sol y un vino tinto llamado Vino de Piedra. Otro pequeño productor es Viña de Liceaga, productor de vinos tintos.
En México, no podemos hablar de vino sin mencionar los deliciosos quesos mexicanos, el perfecto acompañamiento a una buena copa de vino. Entre los típicos quesos frescos mexicanos encontramos el queso blanco, el panela, el requesón y el queso fresco propiamente dicho. Entre los blandos o semi-blandos encontramos el añejo, el asadero, el Chihuahua y el Oaxaca, el mas parecido a la mozzarella. Finalmente, entre los duros y semi-duros, encontramos el manchego, el Chontaleno y el Cotija, estos dos últimos los mas parecidos al parmesano.
Cuatro de los quesos producidos en México son creaciones puramente mexicanas: el manchego, Cotija, Oaxaca y Chihuahua. Si bien el manchego tiene el mismo nombre que su antepasado español, la versión mexicana se hace con leche de vaca, mientras que el manchego español se elabora con leche de oveja.
No existe mejor celebración del vino y el queso que la Feria Nacional del Queso y el Vino que se lleva a cabo todos los años en Tequisquiapan, Querétaro. Durante una semana de fiesta, las queserías y bodegas de la región se juntan para celebrar la cultura vitivinícola.