Un valiente paracaidista austriaco, Felix Baumgartner, realizó un impresionante salto el domingo pasado, desde un globo al nivel de la estratósfera. La altura total que descendió Baumgartner en caída libre fue de 38 kilómetros sobre la tierra. Con tal hazaña este deportista extremo rompió dos notables records mundiales, uno de ellos, el del salto en paracaídas con mayor altura jamás realizado.
Las celebraciones del vasto staff que apoyaba a Felix Baumgartner no se hicieron esperar cuando el paracaidista de 43 años, se lanzó en caída libre desde una cápsula de pequeño tamaño elaborada con fibra de acrílico y fibra de vidrio, misma que era trasladada por un gran globo de helio.
Toda la formidable maniobra fue monitoreada desde el centro de control para este proyecto, en la famosa población de Roswell, Nuevo México. Además la proeza del salto de paracaídas desde la estratósfera de Baumgartner fue seguida por cerca de 8 millones de personas alrededor del mundo a través de Internet y otros medios de comunicación.
Baumgartner atravesó la atmósfera a una velocidad de 1.342,8 kilómetros por hora de acuerdo a datos obtenidos por funcionarios certificadores del evento, por parte de la Federación Aeronáutica Nacional. La velocidad que alcanzó Baumgartner fue una de las metas que se proponía conseguir: perfilarse como el primer paracaidista en superar la barrera del sonido, la cual normalmente se considera a más de 1.110 kilómetros por hora.
El paracaidista austriaco aterrizó sano y salvo en las proximidades de Roswell, Nuevo México, y acto seguido, alzó los brazos en señal de triunfo. Su vertiginoso descenso desde la estratósfera duró cerca de diez minutos hasta tocar el suelo. Los padres de Baumgartner quienes habían viajado al exterior del continente europeo por primera vez en su vida, para presenciar la hazaña de su hijo lo felicitaron con gran emoción. Lo mismo hizo la novia del austriaco.
Horas antes Baumgartner se había preparado a conciencia para realizar este gran salto en paracaídas desde la estratósfera, prácticamente al filo del espacio, en las fronteras del cielo. Cuando efectuaba el ascenso en la cápsula que estaba amarrada en un globo de helio, Baumgartner se mostraba preocupado de que su caso, similar al que utilizan los astronautas, no se calentaba convenientemente. Para fortuna de todos los implicados e interesados en esta proeza de los deportes extremos, se afinaron detalles y Baumgartner pudo lograr su espectacular salto sin problemas. El ascenso del paracaidista austriaco a la estratósfera tomó casi dos horas y media.