En las cercanía del centro de Coyoacán, al sur de la Ciudad de México, se encuentra un sitio imperdible para los amantes de la historia y la filosofía política del siglo XX, se trata de la casa que habitó hasta su muerte Lev Davídovich Bronstein, mejor conocido como León Trotsky, prócer de la Revolución Rusa que vivió en la capital mexicana como refugiado político.
Trotsky destacó durante los primeros años de la Unión Soviética por su lucidez ideológica y su liderazgo al frente del ejército rojo; por ello Vladimir Lenin reveló en sus últimos días de vida que Trotsky habría sido su sucesor ideal; sin embargo la habilidad política de José Stalin se sobrepuso a la voluntad de Lenin, por lo que Trotsky pasó de ser de un héroe bolchevique a un traidor desde la perspectiva estalinista.
Condenado a muerte por Stalin, Trotsky consiguió asilo en Turquía, Francia, Noruega y finalmente en México, invitado directamente por el presidente Lázaro Cárdenas, quien a su vez fue persuadido por el muralista comunista Diego Rivera.
Trotsky llegó a la capital mexicana en 1937 y vivió en la casa azul de Frida Kahlo y Diego Rivera por dos años. En 1939 hubo problemas entre el invitado y sus anfitriones, algunos sostienen que fueron diferencias políticas, otros que fue consecuencia de un desliz amoroso entre León y Frida, pero lo cierto es que el líder soviético tuvo que mudarse con su esposa Natalia Sedova a la casa que hoy es un museo.
La casa de Trotsky se levantó como una verdadera fortaleza, con una torre de seguridad y varias habitaciones para los guardaespaldas, arquitectura curiosa que contrastaba con el aura pueblerina que tenía Coyoacán en aquella época. Aún así, la casa en su interior fue muy bella, con gran verdor, agua y pequeños animales de granja. En la actualidad, el museo permite conocer la distribución exacta de los objetos que pertenecieron al líder bolchevique: su cocina, estudio de trabajo, baño y habitación personal.
A pesar de la seguridad de la casa, Trotsky sufrió dos atentados, el primero implicó a varios pistoleros liderados por el excéntrico muralista David Alfaro Siqueiros, sin embargo no consiguieron dañar a Trotsky ni a su esposa. El segundo atentado lo llevó a cabo un catalán estalinista de nombre Ramón Mercader, quien después de seducir a una ayudante personal del líder soviético, logró colarse hasta su estudio para clavarle inmisericordemente un piolet en el cuello, ataque que terminó por arrancarle la vida un 20 de agosto de 1940.
En la casa de Trotsky se respira la historia: es posible apreciar múltiples retratos de su ex anfitrión, conocer más sobre sus gustos y su sencillo estilo de vida. Hoy reposan sus restos en el centro del patio, detrás de una bella lápida decorada con la oz y el martillo, desde la cual, se alza majestuosa la bandera de la Ex Unión Soviética.
Costo
Entra a la casa tiene un costo de 40 pesos. 20 pesos para estudiantes, profesores o personas de tercera edad.
Cómo llegar
La casa se encuentra frente Av. Churubusco, se puede llegar en camión sobre dicha avenida. El metro más cercano es Coyoacán