Una tradición conservada y cada vez más popular fuera del ámbito indígena es el baño del temazcal, el cual representa desde la perspectiva tradicional un ritual de purificación con un alto nivel de espiritualidad, pero también, últimamente, se ha comercializado mucho y es vendido en paquetes turísticos como un exótico baño de vapor que requiere cierta de resistencia física y mental.
En la actualidad es posible encontrar baños de temazcal en elegantes centro turísticos, como también en zonas rurales y pueblos indígenas. Aunque las experiencias pueden ser muy diferentes, la inquietud de quien desea esta experiencia definirá cómo desea vivir su baño de temazcal. En el siguiente artículo te diremos los mínimos necesarios a considerar.
Aunque muchas civilizaciones han promovido baños de vapor, el temazcal mesoamericano tiene ciertas peculiaridades que lo hacen inigualable: Simbólicamente el espacio donde se realiza esta práctica emula al útero materno, es oscuro y húmedo. Generalmente este baño se hace de manera grupal, hecho que generalmente aumenta el pudor de los bañistas, pero en caso de superar este tapujo mental, se recomienda ampliamente tomar la experiencia al desnudo, como venimos al mundo, sin ningún artificio que cubra nuestro cuerpo. En el interior del temazcal se sugiere colocarse en una posición fetal y cerrar los ojos la mayor parte del tiempo. Es un espacio de reflexión y autoconocimiento. El temazcal implica una “purificación”, tanto física como espiritual, se piensa que si el cuerpo se puede limpiar, entonces el pensamiento también lo hará.
Generalmente la forma del temazcal es una bóveda, semejante a un iglú. En su centro debe llevar un depósito para piedras volcánicas que se introducirán gradualmente cuando se encuentren al rojo vivo, posteriormente el temazcalero introducirá agua con hiervas, estas pueden variar según el anfitrión, en realidad la combinación es amplísima, así lo relató detalladamente el fraile franciscano Bernardino de Sahagún (1499-1590) en sus estudios sobre las culturas prehispánicas.
Los resultados notorios son una amplia sudoración y una relajación estimulada por la aromaterapia. En el interior del temazcal generalmente se exhorta a cada participante a mirar en su interior, a ubicar algún momento o recuerdo que, aún cuando está en el pasado, le provoque dolor, molestia, tristeza. Generalmente el temazcalero promueve el compañerismo, en el grupo se enaltecen los sentimientos humanos y aunque los presentes sean desconocidos, se incita a compartir intimidades. La idea central es dejar el pasado en el temazcal, salir nuevamente a la luz implica renacer en vida.
Los precios de los temazcales son sumamente volátiles, mientras hay sitios que promueven la gratuidad en ciertas épocas del año, otro sitios tienen precios que oscilan entre lo 50 y 800 pesos. Un precio común es de 150 pesos aproximadamente.
En las cercanías de la Ciudad de México hay varios sitios en la Delegación Milpa Alta, entre ellos se encuentran Texohpa, Chipetlalpa y Xochipiltzin. Otro sitio recomendable es Tlahuiztlampa “La casa de Oriente” ubicada a las cercanías del volcán Iztaccíhuatl. En realidad hay cientos de lugares para realizar este tipo de baño, es simplemente cuestión de entrar a un buscado en Internet o preguntar por recomendaciones.