Lo más aconsejable para explorar Tlalpan es arribar por metrobús, descender en la estación Fuentes Brotantes y avanzar a pie al centro de la delegación. Los visitantes podrán observar sus angostas aceras, grandes y antiguas casas y frondosas arboledas. Al estar en el corazón de Tlalpan, es recomendable imaginarse que allí estuvieron los soldados estadounidenses en 1847, unos días antes de atacar el Castillo de Chapultepec.
De entre los varios sitios de interés que tiene Tlalpan, tenemos por ejemplo el Convento de Capuchinas, obra del arquitecto Luis Barragán. Es una atrayente construcción de colores amarillo, blanco, naranja, rojo y dorado. Para visitar el Convento de Capuchinas hay que solicitarlo vía telefónica.
También sobresale el restaurante Goliardos, ubicado a un costado del zócalo de Tlalpan. Es uno de los sitios para comer más deliciosos de la capital mexicana. La especialidad de la casa es la pizza de queso de cabra, aceitunas, jitomates, pimiento morrón y alcaparras. El lugar además, ofrece música en vivo.
Y para tener una experiencia tan exótica como tradicional, nada como saborear uno de los Pulques de Santa Solita, en donde se sirven de todos sabores: guayaba, piñón y piña, entre varios más.