Si antes de comenzar un viaje no encontramos algún acompañante, o simplemente deseamos saborear una independencia real, sin negociaciones ni prisas, es momento de dejar a un lado el espíritu gregario y lanzarnos a la aventura en soledad, una experiencia de vida que nunca olvidaremos. Viajar solo tiene innumerables ventajas, nos permite redescubrirnos como seres