Ascendiendo por la Sierra de Chichinautzin, justo en donde nopaleras y milpas se pierden entre la floresta y algunas huertas, se localiza el convento agustino de San Guillermo y su valioso acervo pictórico. Los paisajes que pueden contemplarse, en la ruta hacia tal edificio sacro, son hermosos: estas regiones morelenses abundan en bosques de pino