En el pueblo jalisciense de Tequila se percibe una gran calidez, derivado del trato amable y franco de los lugareños. Es una comunidad pequeña, que puede ser recorrida por completo en paseos a pie, para luego tomar tours a fábricas como la Cofradía, o la Sauza. Allí se puede conocer el proceso de fabricación artesanal