Campeche atesora un gran número de cascos de viejas haciendas. Varias de ellas son de origen virreinal y a lo largo de cientos de años, se dedicaron a explotar el palo de tinte. No obstante, con la prosperidad derivada del negocio del henequén, en el siglo XIX, muchas haciendas cambiaron su giro, se hicieron notablemente