Viajar con los recursos mínimos y aún así pasarlo en grande ¿Por qué no? Un viaje muy barato es lo que realizan con frecuencia personas que gustan tomar sus vacaciones en destinos turísticos atractivos, pero que no desean gastar de más en lujosos complejos hoteleros, para el caso de su alojamiento. Un viaje muy barato es un desafío siempre gustoso para los turistas más entusiastas, puesto que pone a prueba las capacidades de ahorro y adaptación que se tengan. En el caso del alojamiento que se tome, una buena opción para pasar la noche, si se hace un viaje muy barato, es quedarse en un hotel boutique.
La imagen habitual que se tiene acerca de los hoteles boutique es que se trata de lugares lujosos y exclusivos, solo accesibles para ciertos viajeros. Pero en realidad y tomando como ejemplo a México, uno de los países con mayor potencial turístico del continente, esto no sucede así. La oferta de hoteles boutique que hay en México es abundante y no es difícil hallar algunos muy accesibles en términos económicos, en los principales destinos del país. México, por lo tanto, es excelente, gracias a sus hoteles boutique, para tomar un viaje muy barato.
Pero además, tenemos el caso de la diversa oferta de medios de transporte con la que cuenta nuestro país. Nos presenta un gran abanico de posibilidades para que los turistas puedan trasladarse de un lugar a otro en el interior del territorio mexicano, sin gastar en demasía, lo cual es esencial para quienes están realizando un viaje muy barato en México. Este es un aspecto muy importante para vacacionar con recursos económicos limitados, y no tener problemas por ello.
Finalmente, lo que más debe de ponderarse, tanto de los hoteles boutique más accesibles, como de los variados medios de transporte público que hay en México, es que nos permiten experimentar de primera mano, los estilos de vida que definen a las diferentes comunidades mexicanas. Un viaje muy barato es la vía para acceder a todo este tesoro de folclor y exotismo, de autenticidad y contacto humano, en el marco de unas vacaciones en el territorio nacional, sin demasiada inversión.
Si se observa bien, parte del encanto que nos ofrecen los hoteles boutique tiene mucho que ver con una experiencia turística más plena, verdadera, sencilla y disfrutable. Sin lujos, ni comodidades innecesarias. A veces un viaje muy barato es el mejor viaje posible.