Cierra los ojos, siente cómo el viento acaricia tu rostro, escucha el sordo murmullo de la naturaleza, abre la mirada lentamente, parecerá que estás volando en un paisaje de ensueño. Estás ahí, parado en uno de los miradores más espectaculares de México, El Divisadero, en la Barranca del Cobre, Chihuahua. La luz del sol disminuye